DIARIO DE...(Segunda Parte).

Pasaban los días, las semanas, los meses...y me sentía como Superman, no por lo de "super" y menos por lo de "man" sino por los ratos en la cabina, jejeje. Pasaba por la calle, me veía la gente y me veían de una manera que era y es una mentira pero en la cabina al hablar con mi amor, era y soy yo, realmente yo. Entonces pensaba de nuevo en Superman y pensaba en otra gran diferencia con él...aparte de los superpoderes era que él en la cabina se cambiaba de ropa, en cambio yo me desnudaba...mmmmmmmmhhhh, sonó pervertido eso!!!No, no..no desnudarme de esa manera, jejeje...sino que me desnudaba y me desnudo emocionalmente.
Con lluvia, con sol, con frío,con niebla...(menos con tormenta)...de día, de noche...pero siempre en una cabina, a escondidas, mirando para un lado, para otro y siempre con la adrenalina por las nubes, y siempre preguntándome porqué coño las cabinas en los pueblos están en las calles donde más cotillas hay, tú hablando por teléfono y en una ventana al lado de la cabina una persiana moviéndose como si tuviese vida propia.
Por hacer en la cabina, he hecho hasta botellones...Una copa con mis amigos, hablaba un rato y recargaba mi copa para irme a la cabina, donde me sentía bien, donde pasaba el momento más feliz de la noche.

Es difícil desaparecer en un pueblo. Siempre hay alguien que se da cuenta, siempre hay alguna amiga pendiente y que está deseando verte para decirte: "¿Con quién te has ido, tía?, joder ¿a quién te estás follando?...Y te muerdes las lengua porque lo que deseas decirle es...Mi ganas de follar, y mis ganas de follar con mi amor que está en el fin del mundo...Pero a pesar de que estás deseando decirlo te muerdes la lengua.
A veces me desespera eso, me dan ganas de gritar que amo a la mujer más maravillosa del mundo y en esos momentos me daban más ganas aún...pero al pensarlo fríamente era y es mejor no contar nada.

Fui un día a misa, de esos que en parte me sentía obligada a ir. Mientras estaba en misa pensaba en mi amor, en lo bien que me siento con ella...entonces miré al altar y me imaginé al párroco señalándome como lesbiana por gracia divina, y una rayo cayendo a mis pies. Joder eso lo pensé también cuando me besé por primera vez con un tío, ni hubo rayo, ni ángel castigador, ni párroco acusador..ni nada de nada. La verdad que hubiese molado algo así, jejejeje...pero en esta ocasión porque al menos no me estaría torturando tanto en el closet, que eso del closet si que es un infierno, y encima saldría por la puerta grande...la de la Iglesia y siendo lesbiana, no una boba que no es capaz de decir nada de nada.